Pero Saúl había dado a Mical, su hija, la mujer de David, a Falti, hijo de Lais, que era de Galim, una ciudad entre Guibeá y Jerusalén. Cf 2 Samuel 3:14 y sigs. Nota: Lo que los creyentes hacen bien a sus amigos o enemigos es recompensado por Dios, tanto en el tiempo como en la eternidad.

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