Entonces el rey Asa tomó a todo Judá, reunió a todos los hombres físicamente capacitados; y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa estaba edificando; y con ellas edificó Geba y Mizpa, fortificó ciudades en su propia frontera. Fue una debilidad de Asa depositar su confianza en el rey de Siria. Pero hasta el día de hoy, el peligro es grande para los creyentes de apartarse del Señor en la hora de angustia y angustia y de depender de hombres débiles y mortales.

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