E hizo la Casa Santísima, en el extremo occidental del Santuario, cuya longitud era conforme al ancho de la casa, veinte codos, y su anchura veinte codos, formando así la habitación un espacio cúbico; y lo revistió de oro fino, que ascendía a seiscientos talentos, estimados en 18 millones de dólares.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad