Porque reconstruyó los lugares altos que Ezequías, su padre, había derribado, siendo su propósito convertirlos en santuarios de idolatría; y erigió altares para los baales, muchos de ellos, e hizo arboledas, erigió las columnas de madera consagradas a la diosa Astarté, y adoró a todo el ejército de los cielos, y les sirvió, introduciendo así también la idolatría de los caldeos además a la de los cananeos.

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