E hizo que sus hijos pasaran por el fuego en el valle del hijo de Hinom, el valle de Ben-hinnom, al suroeste de Jerusalén, volviéndose así culpables de la práctica abominable de los moabitas. Además, observó tiempos y usó encantamientos y usó brujería, hizo uso de todas las formas de hechicería y adivinación, incluso de las relacionadas con el mal de ojo y con encantamientos murmurados y susurrados, y trató con un espíritu familiar y con magos, de hecho, nombró magos y adivinos. Hizo mucho mal ante los ojos del Señor para provocarle a ira.

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