También estaban sobre los portadores de cargas, sobre los obreros no calificados, y eran supervisores de todos los que realizaban la obra en cualquier forma de servicio; y de los levitas había escribas, oficiales y porteros. Como en el caso de Josías, Dios todavía, de vez en cuando, despierta y fortalece a los hombres piadosos que trabajan por la purificación de la Iglesia.

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