Y el Señor, el Dios de sus padres, les envió por medio de sus mensajeros, especialmente los profetas Isaías, Miqueas, Habacuc y Jeremías, levantándose a tiempo y enviando, es decir, constante y fervientemente, porque tenía compasión de su pueblo y de su morada. -lugar, deseando salvar a la gente del castigo que estaban invitando sobre sus propias cabezas.

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