No había nada en el arca, excepto las dos tablas que Moisés puso en ella en Horeb, cuando el Señor hizo un pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de Egipto, Deuteronomio 10:2 . Toda esta solemnidad no fue una mera ceremonia exterior, sino una expresión de la más profunda convicción del corazón, ya que debería actuar a todos los creyentes en todo momento.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad