Pero, ¿morará Dios de hecho con los hombres en la tierra? He aquí, el cielo y los cielos de los cielos no te pueden contener, ¡cuánto menos esta casa que yo he construido! El objeto del magnífico Templo de Salomón no era limitar a Dios a este edificio, como hicieron los paganos al erigir santuarios para sus ídolos, sino proporcionar un lugar donde Su pueblo pudiera adorarlo; el templo no fue erigido para el Señor, sino para el pueblo.

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