Así acabó Salomón la casa del Señor y la casa del rey, su espléndido palacio; y todo lo que vino al corazón de Salomón para hacer en la casa del Señor, todo lo que se le ocurrió en cuanto a efectos decorativos mayores, y en su propia casa, lo hizo prósperamente, teniendo los medios para llevar a cabo cualquier proyecto que llegara a su fin. su mente. Así se completó la dedicación y todos los hombres se fueron a casa llenos de felicidad. El que ora, alaba, agradece y ofrece sacrificios al Señor según su capacidad, volverá después con alegría a su trabajo, con paz en su corazón.

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