y anduvo en los estatutos de las naciones, a quienes Jehová expulsó de delante de los hijos de Israel, aceptando todas sus ordenanzas y costumbres religiosas y de los reyes de Israel que habían hecho. En lugar de acatar fielmente las ordenanzas que Jehová había dado, el pueblo observó las nuevas reglas, tal como las dieron sus reyes, sin autoridad divina.

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