Y durmió Manasés con sus padres, y fue sepultado en el jardín de su propia casa, en el jardín de Uza, así llamado por el antiguo dueño de esta casa de verano o casa de recreo; y Amón, su hijo, reinó en su lugar. Manasés es un ejemplo de advertencia para todos los creyentes; porque no hay mayor castigo que el que golpeará a los que deliberadamente descartan un mejor conocimiento y se vuelven hacia pecados de todo tipo. Es mejor no correr riesgos con la misericordia del Señor, porque no sabemos cuándo expirará Su tiempo de gracia.

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