Y los altares que estaban en la parte superior del aposento alto de Acaz, en el techo del palacio real, como habían sido restaurados por Manasés y Amón, que habían hecho los reyes de Judá, y los altares que Manasés había hecho en el dos atrios de la casa del Señor, todos consagrados a la idolatría, 2 Reyes 21:5 , el rey golpeó, dando órdenes de sacarlos con toda prisa, probablemente arrojándolos al valle del Cedrón, y derribándolos de allí, y arrojaron el polvo de ellos, como fueron quemados al pie del precipicio, en el arroyo Cedrón.

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