Y el rey subió a la casa de Jehová, y todos los hombres de Judá, y todos los habitantes de Jerusalén con él, en una gran asamblea del pueblo, y los sacerdotes y los profetas, la palabra aquí probablemente se refiere a todos aquellos cuyo deber era predicar y explicar la Ley en público, y todo el pueblo, tanto pequeño como grande, las clases bajas así como las personas distinguidas y adineradas; y leyó en sus oídos todas las palabras del Libro del Pacto que se encontraba en la casa del Señor, el pacto al cual la nación había sido comprometida por Moisés.

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