Y cuando se lo dijeron a David, diciendo: Urías no bajó a su casa, David dijo a Urías, con un disgusto causado por su creciente inquietud por la frustración de sus planes: ¿No vienes tú de tu viaje? ¿Por qué, pues, no descendiste a tu casa? La conducta de Urías fue extraña, y en absoluto conforme a la manera de ser de la persona promedio.

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