Y el rey dijo: ¿Está a salvo el joven Absalón? Y Ahimaas, en un intento de contemporizar, para evadir la pregunta, respondió: Cuando Joab envió al siervo del rey, a saber, Cushi, y yo, tu siervo, vi un gran tumulto, pero no sabía qué era. Dio la impresión de que el destino de Absalón no estaba decidido cuando Joab lo despidió.

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