Y David dijo a Abisai, uno de sus comandantes: Ahora Seba, hijo de Bicri, nos hará más daño que Absalón, a causa de la tardanza en pedirle cuentas; Toma a los sirvientes de tu señor, la parte del ejército permanente estacionado en Jerusalén, y persíguelo, no sea que él tome ciudades valladas y se escape de nosotros, literalmente, "y se librará de nuestros ojos", o "no oscurezca nuestros ocho, "escondiéndose y eventualmente dañando la causa de David,

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