Y aparecieron los canales de estos a, los mismos lechos del océano se hicieron visibles, los cimientos del mundo fueron descubiertos, desnudos por la terrible tormenta y el terremoto, por la reprensión del Señor, por el soplo del aliento de Su fosas nasales, al ruido de sus truenos airados.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad