Y mató a un egipcio, cierto enemigo bien conocido, un hombre bueno; y el egipcio tenía una lanza en la mano; pero se acercó a él con un bastón y le arrebató la lanza de la mano del egipcio, mostrando tanto valor como habilidad para arrebatar el arma de la mano del enemigo, y lo mató con su propia lanza.

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