Y David dijo a Mical, en una reprensión suave pero muy eficaz de su orgullo: Fue delante de Jehová, que me escogió antes que tu padre y antes de toda su casa, los hijos que podrían haber sido sus sucesores, para nombrarme gobernador sobre el pueblo del Señor, sobre Israel. Saúl había sido rechazado por Dios a causa de su orgullo, y aquí mostraba el mismo rasgo feo en su hija. Pero David había sido puesto por delante de Saúl y su propia familia, por eso agrega: Por tanto, jugaré delante del Señor, dispuesto a humillarse en la presencia de Jehová.

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