Por tanto, oh Señor Dios, eres grande en la revelación de su gracia para con toda la humanidad; porque no hay nadie como Tú, ni hay Dios fuera de Ti, de acuerdo con todo lo que hemos oído con nuestros oídos, es decir, de las grandes hazañas por las que en el pasado Dios se había revelado a Su pueblo como tal Dios.

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