Y David le dijo: No temas, no debía tener miedo de perder la vida, según la costumbre de los monarcas orientales de dar muerte a todos los miembros de la dinastía anterior; porque ciertamente te mostraré bondad por amor a Jonatán, tu padre, y te devolveré toda la tierra de Saúl, tu padre, que había pasado a la posesión de la corona oa la de los parientes remotos de Saúl; y comerás pan a mi mesa continuamente, recibirás su sustento de la generosidad del rey. Esta triple promesa tenía la intención de tranquilizar plenamente a Mefi-boset, cuyas grandes desgracias, la pérdida de sus padres, su cojera y su pobreza, ensombrecieron toda su vida.

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