Mi viña, que es mía, está delante de mí, en la persona de la esposa. Así es como debe ser, la novia dice: Tú, oh Salomón, debes tener mil, y los que guardan su fruto doscientos, como pago por su fiel trabajo. En conclusión, el Novio vuelve a emitir Su amable invitación:

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad