Y agitará su poder y su coraje contra el rey del Sur con un gran ejército, convocando todas sus energías y haciendo uso de su gran riqueza para organizar una campaña exitosa; y el rey del sur se levantará para la batalla con un ejército muy grande y poderoso, para tratar de repeler la invasión; pero no se mantendrá firme, porque preverán artimañas contra él, y sus propios asociados se valdrán de la traición para ayudar al invasor. Esto se cumplió cuando Antíoco Epífanes derrocó a Filometor de Egipto, algunos de cuyos consejeros más confiables abrazaron la causa del enemigo.

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