sino que te has levantado contra el Señor del cielo con orgullo blasfemo; y han traído los vasos de su casa, del templo de Jehová, el único Dios verdadero, delante de ti, y tú y tus señores, tus mujeres y tus concubinas, habéis bebido vino en ellos; y has alabado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que no ven, ni oyen, ni saben, Cf Deuteronomio 4:28 ; Salmo 115:5 y sigs.

; Salmo 135:15 y sigs .; y al Dios en cuya mano está tu aliento, y cuyos son todos tus caminos, el único Creador y Gobernante del universo no has glorificado, como era el deber solemne que descansa sobre él.

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