Y si dijeras en tu corazón, ¿cómo sabremos la palabra que ha hablado el Señor? ¿Cómo puede alguien estar seguro de la verdad, si todos los falsos maestros reclaman un llamado divino, una misión divina? El Señor da la respuesta.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad