Porque todos los que hacen tales cosas, al hacer uso de la deshonestidad en cualquier forma, y todos los que hacen injusticia, cualquiera que sea culpable de una maldad deliberada, es abominación al Señor, tu Dios. Pero esta consideración mostrada al vecino en casa no debía degenerar en una falsa debilidad e indulgencia hacia los enemigos cuyo exterminio había decidido el Señor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad