Y el Señor dijo a Moisés, en un discurso especial dirigido a él solo, aunque en presencia de Josué: He aquí, dormirás con tus padres, te acostarás en el sueño de la muerte esperando el gran día de la resurrección; y este pueblo se levantará y se prostituirá, en toda forma repugnante de adulterio espiritual, en pos de los dioses de los extranjeros de la tierra adonde van para estar entre ellos, dando a entender que no exterminarían a todas las tribus cananeas, y me desamparará, y romperá mi pacto que hice con ellos.

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