El que cava un hoyo, realizando un trabajo peligroso, fracasará en él, es decir, el que corteja el peligro debe esperar que lo golpee; y cualquiera que rompa un seto o una cerca de piedra, en cuyas grietas los reptiles hacen sus moradas, una serpiente lo morderá. Es un hecho constatado que el que intenta herir a su vecino a menudo resulta gravemente herido por la misma herida que pretendía hacerle a su vecino.

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