y sucedió que cuando Faraón apenas nos dejaba ir, el Señor mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, tanto al primogénito del hombre como al primogénito de la bestia; por tanto, sacrifico al Señor todos los que abren matriz, sean varones; pero redimo a todos los primogénitos de mis hijos. Aquí se representa a los padres de Israel hablando colectivamente y dando instrucción individual a sus hijos, porque el Señor no quería una observación mecánica de costumbres que ya no se entendían.

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