Y Dios miró a los hijos de Israel, y Dios los miró con agrado. Él examinó el caso y se vio obligado a interferir a favor de su pueblo. Cuando ha llegado la hora de la liberación de Dios, Él siempre se asegura de que la tentación termine rápidamente.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad