Y harás una cubierta para la tienda, una cortina protectora, de pieles de carnero teñidas de rojo, de un color leonado, y una cubierta por encima de pieles de tejón, de cuero hecho con pieles de algún animal marino, probablemente del mar. -vaca. Estas cubiertas exteriores sirvieron para proteger la tienda del viento y el clima. Así como Dios hizo del Tabernáculo Su morada en medio de Su pueblo en el Antiguo Testamento, así Su presencia está con nosotros hasta el día de hoy en Su Palabra y Sacramentos.

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