Y para los hijos de Aarón, como miembros de la orden de los sacerdotes, harás túnicas, y les harás cinturones, y les harás sombreros, gorros en lugar del turbante más elaborado de Aarón, para gloria y hermosura, para significar tanto la gran dignidad como la peculiar excelencia de la adoración a Jehová. Las vestiduras de los sacerdotes ordinarios eran de un blanco puro con la excepción del cinturón; porque el color de la pureza era excepcionalmente apropiado en el caso de los sacerdotes, quienes estaban continuamente ocupados en hacer ofrendas en nombre del pueblo.

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