y el aceite de la unción y el incienso aromático para el Lugar Santo; harán conforme a todo lo que te he mandado. Todo el trabajo fue confiado a los artesanos judíos bajo el liderazgo de estos dos maestros, porque era necesario que la mano de obra fuera de la mejor calidad. Al Señor le agrada mucho que la obra que se realiza en Su servicio se realice con esmerado cuidado, como si realmente valiera la pena.

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