Y Moisés suplicó al Señor, su Dios, que se mostró como el verdadero abogado sacerdotal del pueblo. La perspectiva de ser el progenitor de una gran nación no lo atraía, cuando comenzó a abogar por su pueblo, y dijo: Señor, ¿por qué se enciende tu ira contra tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto? con gran poder y con mano poderosa? Note cuán hábilmente rechaza Moisés la declaración del Señor en el verso 7. cuando le recuerda que fue Su gran poder, el de Jehová, Su mano poderosa, la que efectuó la liberación de la tierra de Egipto.

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