Rápidamente se desviaron del camino que les ordené, y su culpa fue aumentada por la gran prisa que demostraron al escoger los caminos de la idolatría; Hicieron de ellos un becerro de fundición, y lo adoraron, y sacrificaron a él, y dijeron: Estos son tus dioses, oh Israel, que te sacaron de la tierra de Egipto. Con los hijos de Israel involucrados en la idolatría deliberada, era imposible que la obra en la montaña continuara, y la indignación del Señor estallaba como un diluvio.

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