Porque ¿en qué se sabrá aquí que yo y tu pueblo hemos hallado gracia ante tus ojos? ¿No es que vas con nosotros? La presencia del Señor sería una señal, una garantía, para Moisés y el pueblo de que el Señor realmente había perdonado su gran pecado y se había vuelto a ellos con misericordia. Así seremos separados, tu pueblo y yo, de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra. La guía visible de Dios sería una señal para todos los hombres de que Israel era la nación elegida por Dios.

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