Y endureció el corazón de Faraón, y no los escuchó; como el Señor había dicho. El hecho de que sus sabios con su hechicería lograran imitar el milagro de Aarón fue suficiente para decidir a Faraón contra el Señor, el resultado fue un endurecimiento de su corazón. Incluso muchos incrédulos en nuestros días se confirman en su oposición al Evangelio por las afirmaciones presentadas por una ciencia falsa.

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