y di a la gente de la tierra, los judíos entre los cautivos de Caldea: Así ha dicho el Señor Dios de los habitantes de Jerusalén y de la tierra de Israel, de todo el pueblo que aún quedó en su tierra natal : Comerán su pan con cuidado, con ansiedad, y beben su agua con asombro, con preocupación y dolor, para que su tierra quede desolada de todo lo que hay en ella, despojada tanto de sus habitantes como de la abundancia de todos sus productos, a causa de la violencia de todos los que habitan allí, ya que se habían hecho culpables de iniquidad en un grado tan inusual.

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