En ti han tomado dones para derramar sangre, aceptando sobornos para cometer asesinato; has tomado usura y aumento, siendo lo habitual el enriquecimiento de los hombres a costa de sus vecinos, una forma de injerencia en la que se complacía la gran mayoría, y has ganado codiciosamente a tus vecinos mediante la extorsión, extralimitándolos en negocios y en todos los demás tiempos, y te olvidaste de mí, dice el Señor Dios. De hecho, había evidencia de este hecho, porque los hombres sanos en la fe y el amor hacia Dios no pueden volverse culpables de delitos tan terribles.

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