y dirás: Subiré a la tierra de las aldeas sin murallas, porque a los enemigos les parece que el pueblo de Dios está ocupando moradas que no están fortificadas; Iré a los que están en reposo, en silencio, aparentemente sin aprehender ningún peligro, que habitan seguros, como si estuvieran a salvo de todos los enemigos, todos ellos habitando sin muros y sin rejas ni puertas, dependiendo del hecho de que el Señor mismo es su Torre de defensa,

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