La espada está afuera, en las personas de los invasores, y la pestilencia y el hambre adentro, de modo que el ataque del Señor viene de ambos lados; El que esté en el campo, fuera del campo de batalla, morirá a espada; y el que esté en la ciudad, lo consumirá el hambre y la pestilencia, y nadie podrá escapar del castigo del Señor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad