y ella me dijo: Bebe tú, y yo también sacaré para tus camellos; sea ésta la mujer que el Señor ha designado para el hijo de mi señor. Incluso en esta parte de su discurso, al referirse a la virgen, en singular, a quien esperaba que fuera al pozo, el criado dirige la atención de sus oyentes a Rebeca.

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