E incliné mi cabeza y adoré al Señor, y bendije al Señor Dios de mi amo Abraham, que me había guiado por el camino correcto para tomar a la hija del hermano de mi amo (en el sentido más amplio, porque Rebeca era nieta de Nacor) a su casa. hijo. La narración circunstancial, con el relato completo de la oración, tenía la intención de mostrar que Jehová realmente ya había quitado el asunto de las manos de Eliezer, un hecho que sus oyentes seguramente tendrían que reconocer.

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