Y llamaron a Rebeca y le dijeron: ¿Irás con este hombre? Y ella dijo, iré. Su respuesta simple, decidida y vigorosa incluyó tanto su consentimiento para casarse con Isaac como su decisión de partir inmediatamente. Aunque ceder al matrimonio es una prerrogativa de los padres, la niña no debe ser obligada a contraer matrimonio sin su consentimiento, como señala Lutero.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad