para que no nos hagas daño, como no te hemos tocado, y como no te hemos hecho nada más que bien, y te hemos despedido en paz; ahora eres el bendito del Señor. Aunque evidentemente había motivos egoístas detrás de su propuesta, ya que su principal preocupación era ganarse la amistad de Isaac y obtener seguridad para ellos, el Señor hizo uso de estos motivos para escudar y proteger a Su siervo.

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