Y él dijo: ¿Qué te daré? Y Jacob dijo: No me darás nada; si haces esto por mí, volveré a alimentar y cuidar tu rebaño. Ahora era astuto contra astucia, porque Jacob se negó a confiar en la generosidad de Labán, habiendo aprendido a interpretar correctamente el carácter de su tío.

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