Y puso un viaje de tres días entre él y Jacob; y Jacob alimentó al resto del rebaño de Labán. Al poner a sus propios hijos a cargo de sus rebaños y al colocar una distancia tan grande entre los dos grupos de rebaños, Labán pensó que había refrenado eficazmente la ambición de Jacob. Toda su conducta fue la de un hombre codicioso y egoísta, que hizo uso de todos los medios posibles para reducir el salario de Jacob.

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