Y él los tomó y los envió al otro lado del arroyo, y envió lo que tenía. Así que las tiendas fueron cerradas y toda la caravana se dirigió hacia el sur. Así, Jacob había hecho todos los arreglos necesarios, había hecho todo lo posible para apaciguar a su hermano y podía esperar el resultado de sus planes con un corazón más seguro. No es más que una cuestión de simple sabiduría ponerse de acuerdo con los adversarios lo antes posible, ofrecerles la mano de la reconciliación, apaciguarlos con amabilidad.

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