Envía a uno de vosotros, y que vaya a buscar a vuestro hermano, y seréis encarcelados, para que se prueben vuestras palabras, si hay algo de verdad en vosotros; de lo contrario, por la vida de Faraón, seguramente sois espías. Si este hermano, cuya existencia alegan, llegara a conocerse, estaría dispuesto a creerles, pero si no, entonces, como él dice solemnemente, deberían ser considerados y tratados como espías.

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